Lo que necesitas saber para elegir un Protector Solar
By Cristina S. 10:58 Piel, Protección Solar, SaludSi hay algo que he aprendido de leer libros de Dermatología y de seguir a varios expertos y profesionales del cuidado de la piel, es sobre la importancia de llevar protector solar.
Siempre se dice. Lo escuchamos en
todas partes. ¿Pero realmente lo hacemos?
La verdad es que… ¡son muy pocas
las personas que siguen esta recomendación adecuadamente! Según los dermatólogos,
deberíamos incluir un buen protector solar en nuestra rutina diaria todos los
días del año, sea verano o sea invierno, salgamos o no de casa.
Adicionalmente, afirman que deberíamos
reaplicarnos el protector cada 2-3 horas y después de lavarnos o de sudar la
gota gorda en el gimnasio.
Todo esto no solo es CRUCIAL para
proteger nuestra piel de los rayos solares y ultravioleta (que pueden provocar
manchas en la piel, quemaduras y, en el peor de los casos, melanomas o cáncer
de piel). La protección solar también es un gran truco de salud y belleza para
mantener la piel sana y mantenerla mejor ante el envejecimiento (prematuro).
Por qué necesitas un protector solar
Los rayos solares se componen de
ondas electromagnéticas que nos proporcionan radiación ultravioleta. Esta
radiación, o los famosos rayos UV, son principalmente ondas cortas como las
solares, pero están cargadas de aún más energía.
Los rayos UV son capaces de penetrar
en las capas más superficiales y profundas de la piel. En poca cantidad, eso es
algo bueno, ya que nos ayuda a generar vitamina D para mantenernos sanos y
fuertes. Pero si nos pasamos, o tenemos una exposición larga y sin protección,
podemos acabar con daños en nuestra piel y en nuestro ADN, aumentando el riesgo
de sufrir cáncer de piel.
Tipos de Protector Solar
Hay dos tipos de protectores
solares. Por una parte, tenemos los físicos, que son cremas que nos ponemos en
la piel y que actúan como escudo. La capa del producto se mantiene en la piel y
hace que los rayos UV reboten gracias a algunos ingredientes bloqueadores como
el óxido de zinc.
Por otra parte, tenemos los
protectores químicos. Estos son productos que se absorben en la piel y que provocan
una reacción química bajo esta cuando entramos en contacto con los rayos UV. En
otras palabras: cuando nos da el sol, los rayos UV cambian su composición al penetrar
la piel, y se vuelven inofensivos.
Podemos elegir el protector solar
que queramos, aunque es conveniente recordar que los protectores químicos
necesitan aplicarse con un tiempo de antelación para que se absorba bien y la
piel se prepare para hacer toda esa magia química. Los físicos, por otro lado,
pueden aplicarse al instante.
El FPS perfecto para tu piel
¿Y qué otras cosas debemos tener
en cuenta? Por ejemplo, ¿qué es eso del FPS, o SPF, del que todo el mundo habla?
El FPS es el Factor de Protección
Solar que lleva un producto. Lo encontrarás no solo en protectores solares,
sino también en cosmética y maquillaje. Normalmente va del 15 al 50, aunque lo
mejor es nunca bajar del 30. De hecho, si tienes la piel blanca o con muchas
pecas, lo mejor es apostar por un factor 50 e ir a lo seguro.
Según sea nuestra piel, tardamos
X minutos en quemarnos o ponernos rojos. El número de FPS que lleva un producto
(normalmente del 15 al 50) multiplica esos minutos para alargar el tiempo
seguro que podemos estar bajo el sol. Es decir, que si yo normalmente tardo
unos 15 minutos en empezar a ponerme roja, y me pongo una crema factor 30, podré
estar segura unos 450 minutos (30 x 15).
Hay que ir con cuidado, no
obstante, y no confiarse demasiado. 450 minutos equivale a unas 7 horas y
media, pero aun así debería reaplicarme el protector solar a las 2-3 horas.
¿Por qué? Bueno, primero porque posiblemente no nos aplicamos una capa lo
suficientemente gruesa para pasar esas 7 horas. Segundo, porque cada piel es
diferente. La genética, dónde estás, la temperatura que hace, el nivel de melanina
que tienes… ¡Todo influye! Por eso, aunque me ponga un factor 30, puede que mi
piel pálida, con pecas, y con tendencia a enrojecerse y no a broncearse, necesite
reaplicacción cada 3 horas.
Además, al estar en la
intemperie, seguramente sudamos o nos tocamos la cara, y eso va debilitando el
efecto del protector. Ponte la alarma en el móvil, o utiliza una aplicación como
SunQuiet, ¡y no te olvides de reaplicarte crema solar!
Encontrar el protector ideal
Otras cosas que puedes tener en
cuenta a la hora de elegir un protector solar es el modo de aplicación. Podemos
encontrar protectores en cremas, en barra sólida, en barra líquida, en sprays,
en polvos, y mezcladas con cosméticos como maquillaje e hidratantes.
Los sprays son muy convenientes y
fáciles de aplicar, especialmente cuando estamos en la playa o en la piscina y
tenemos el cuerpo mojado. No obstante, tal y como ocurre con las cremas, tenemos que aplicarnos una capa gruesa y generosa para obtener la máxima protección.
También hay que ir con cuidado
con los ingredientes del producto; si podemos permitírnoslo, ¡mejor elegir
marcas ecológicas! O, al menos, buscar productos que tengan ingredientes
minerales como el óxido de zinc o el dióxido de titanio. Estos son menos
irritantes para la piel y menos dañinos al medio ambiente (puedes leer más
sobre ello aquí) que otros ingredientes como la oxibenzona o el butilparabeno.
Mis elecciones como Health Coach
Personalmente, yo utilizo un protector
solar en crema para la cara como parte de mi rutina diaria, antes de salir de
casa y enfrentarme al día. Suelo usar marcas de parafarmacia, y hay muchísimas
opciones buenas en el mercado.
Para el cuerpo, utilizo un spray
de fácil aplicación y de una marca ecológica, sostenible y cruelty-free. Este
verano estoy usando el de Cocunat. Es más caro que otras marcas normales, pero
cunde mucho, solo lo uso en verano, y merece la pena.
También tengo un protector solar
en barra para llevar en el bolso y en la mochila del gimnasio y reaplicarme
protección cada 3 horas y después de sudar. El de Stick Solar es fantástico,
cremoso, transparente, fácil de aplicar, y con un tamaño ideal.
Por último, tengo un bálsamo
labial con protección 30 de Hawaiian Tropic para no olvidarme de mis labios. Y
hablando de zonas olvidadas, ¡recordad poneros protector solar en las manos, el
cuello y las orejas!
Dicho todo esto, ¡ya estás lista para enfrentarte al Sol!
Dicho todo esto, ¡ya estás lista para enfrentarte al Sol!