Compras Éticas: Unlock Hope
Una de las mayores verdades en nuestra sociedad
moderna es que cada compra es un voto. Cuando consumimos algo, y gastamos
dinero, estamos decidiendo qué clase de mundo queremos ver el día de mañana. Y,
mientras muchas personas ignoran este poder, otras muchas aprovechan cada oportunidad
para cambiar las cosas.
Hoy me gustaría hablaros, precisamente, de un grupo
de personas que ha sabido aprovechar el gran poder de los consumidores para
mejorar unas cuantas vidas en Uganda. Se trata del colectivo Unlock Hope, del
que estoy totalmente prendada.
En algún lugar de Internet, hace dos años, vi
un colgante con una llave en forma de África. Éste es un continente con el que
tengo una conexión especial, por el que siento una fascinación personal, por lo
que el colgante me llamó mucho la atención. Tras investigar un poco, me llevé
la gran sorpresa de descubrir la gran historia que había tras él.
Pertenecía a Unlock Hope, una pequeña
organización formada por un colectivo de emprendedores que querían ayudar a
aquellas niñas, chicas y mujeres que estuvieran en Uganda y no pudieran acceder
a la educación que merecían.
En Uganda, cuando un niño puede ir al colegio
(algo que no siempre es posible, por desgracia), suele llevar una llave
colgando del cuello. Esa llave abre su propia caja de latón, ubicada en el
colegio, en la que guarda material escolar como una libretita, un lápiz o una
manzana. Para aumentar el acceso a la educación, los chicos detrás de Unlock
Hope idearon el proyecto de “llave por llave”, es decir, crear un colgante que
pudiera comprar cualquier persona interesada en la causa para que la donación
del cual permitiera a una niña de allí ir al colegio y tener su propia llave
colgada del cuello. ¡Llave por llave!
Lo mejor de todo es que el colgante es solo uno
de los pocos objetos que ofrece Unlock Hope para su proyecto de desarrollo
social en Uganda. Además del proyecto “llave por llave”, la organización decidió
contratar a mujeres de Uganda para fabricar otros objetos locales y artesanales
que vender después en la tienda online de la organización. Así, aquellas
mujeres que no habían tenido la oportunidad de ir a la escuela, que habían sido
víctimas de la guerra, de la desigualdad de género… podían tener la oportunidad
y la independencia de ganarse la vida con sus habilidades y conocimientos
personales.
Las compras realizadas con Unlock Hope no solo
van destinadas al acceso directo a la educación, sino también al acceso a
cuidados sanitarios, al transporte, material, uniformes y enseñanza de las
niñas refugiadas, a libros, a objetos de cuidado personal… ¡a mejorar vidas, en
definitiva!
Desde el 2008, Unlock Hope forma parte de la
organización local Think Humanity, que se dedica a rescatar y a acoger niñas
y mujeres refugiadas de todo el continente africano, muchas de las cuales son
huérfanas.
La gran mayoría de estas chicas son víctimas de
la guerra, refugiadas inocentes que lo han perdido todo y que han sido
obligadas a desplazarse a países que desconocen, como la República Democrática
del Congo, Ruanda, o Uganda, entre otros.
Como ya he dicho en alguna ocasión, la pobreza
es desgarradora, pero todavía lo es más para el género femenino. Y es que, como
muchos otros problemas sociales, se ve agravada por el sexismo. En
Uganda, las chicas no tienen las mismas oportunidades que los chicos, por eso
es importante hacer algo al respecto y levantar la voz para que las cosas
cambien.
Sin educación, muchas de estas chicas tendrían
que casarse de muy jovencitas y mantener sus familias numerosas sin apenas
formación. Son muchos los factores que pueden cambiar esta situación, claro
está, y muchos están fuera de nuestro alcance por su complejidad política,
social y cultural. Sin embargo, lo que sí está en nuestras manos es la
oportunidad de contribuir de manera directa a algunas de las vidas amparadas
por Unlock Hope. ¡Y a cambio de preciosos y únicos productos artesanales!
Yo estoy encantadísima con mis compras éticas
hechas en Unlock Hope. He hecho tres pedidos en estos últimos dos años, y tanto
la ropa como los complementos que me han enviado han resultado ser cómodos, duraderos
y de gran calidad, ecológicos (materiales eco-friendly) y éticos (además de las
donaciones que implican, ninguna de las prendas está hecha en sweatshops ni a
costa de trabajadores mal pagados).
Me gustaría remarcar que no obtengo beneficio alguno
escribiendo este artículo; sencillamente estoy muy orgullosa de proyectos como
este, que abren cerraduras y dejan pasar rayos de luz y esperanza a aquellos
que más lo necesitan. Es por eso que os recomiendo fervientemente que le echéis
un vistazo y que se lo comentéis a aquel amigo o vecino que está buscando un
top nuevo o un regalo de cumpleaños caritativo.
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