Hablemos de Nuestra Agua
En Hawaii, la palabra ‘wai’
quiere decir agua, haciendo referencia al origen y orgullo de las comunidades
del Pacífico. Sin embargo, también quiere decir vida. Y es que esas
comunidades, tan estrechamente atadas a la naturaleza, no solo han vivido
durante siglos de la pesca y los recursos naturales, sino que también son
conscientes de la importancia que tiene conservar y proteger el planeta.
Científicos y oceanógrafos se han
hartado a repetir estas últimas décadas que, si los océanos mueren, también lo
hacemos nosotros. Pero este es un conocimiento que viene desde hace siglos,
cuando nuestra relación con la naturaleza era de iguales.
Si bien la explotación y
contaminación del océano es un grave problema que cabe solucionar, también lo
es el decayente número de fuentes de agua alrededor del mundo. Es difícil
imaginar la falta de agua potable para beber, ducharse o regar plantas cuando
tenemos una cantidad infinita al alcance de nuestra mano, con tan solo abrir un
grifo. Pero no es así para todas las personas, y no lo será así siempre para
nosotros.
Según la ONU, necesitamos unos 70
litros diarios para abastecimiento, comida y atención sanitaria. Hoy en día,
más de 1100 millones de personas carecen de esa cantidad básica, y más de 30
países –muchos de ellos africanos- sufren un déficit crónico de agua dulce.
Esta creciente escasez es un gran
obstáculo no solo para la producción de alimentos, sino también para la
conservación de los ecosistemas y para mantener la paz entre países. Casi 50
países tienen hoy disputas a causa de los recursos hídricos, incluída España,
que presenta un claro conflicto con Portugal y entre algunas comunidades
autónomas.
En España, de hecho, el consumo
de agua per capita es el doble que la media mundial, con unos 265 litros
diarios. La gran mayoría de nuestra agua se emplea en agricultura, mientras que
solo un 18% es de uso doméstico. La calidad de esta agua, no obstante, deja
mucho que desear. Según los datos del informe de la Fundación General
Universidad Complutense de Madrid, ‘Cambio Global España 2020’s’, la calidad
hídrica es muy deficiente a causa de vertidos urbanos e industriales, de malas
prácticas agropecuarias, de usos abusivos y de una demanda excesiva.
Y, ya que estamos en plan
apocalípticos, vamos a añadir al esquema los problemas previstos a partir de
2020 que vamos a ver en nuestro propio país a causa del cambio climático: la
subida del nivel del mar, la pérdida de producción agrícola, la disminución de
lluvias y el aumento de sequías y fenómenos climatológicos extremos, el
incremento de enfermedades y afecciones como asma y alergias, la reducción de
recursos pesqueros y una gran repercusión económica.
Existe mucho cinismo sobre una
gran variedad de temas medioambientales, pero el agua es un elemento que nos
afecta a todos, y del cual dependen todos los seres vivos de este planeta. Es
por eso que cabe hacer un esfuerzo colectivo y valorar nuestro precioso
recurso.
¿Sabes cuánta agua consumes en un
día? Te propongo un ejercicio; observa cuántas veces abres el grifo a lo largo
de un día normal; a cuánta inensidad lo abres, durante cuánto tiempo y con qué
propósito. Ahora suma el agua que crees que se ha consumido para los alimentos
que comes en un día. Y para los cosméticos y productos que utilizas. Os aseguro
que el resultado os sorprenderá (para que te hagas una idea, ¡el agua que se
necesita para hacer una hamburguesa de ternera equivale a un mes de duchas!).
No solo es cuestión de cómo será
nuestro futuro, sino también de cómo es el presente para millones de personas.
Aprendamos a valorar el precio real del agua, su accesibilidad y su vitalidad.
Para terminar, os dejo algunos
consejos que pueden permitirnos ahorrar agua y ser más responsables de su uso:
- Instalar economizadores de agua en los grifos de casa.
- Reducir nuestro consumo de carne.
- Apostar por frutas y verduras de producción local.
- Sustituir los baños por duchas cortas.
- Invertir en electrodomésticos eficientes y ecológicos.
- Urgir a nuestros gobiernos para luchar contra la contaminación hidráulica.
- Montar nuestros propios huertos urbanos.
- Reutilizar el agua de lluvia y el agua fría inicial de la ducha.
Se estima que para el 2025 unos
48 países se enfrentarán a causa de la escasedad de agua. ¿Qué vas a hacer tú
al respecto?
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